La vida te da sorpresas, y esta es una de ellas, cuando bicheando por Internet me encuentro en el Blog Mi Costalería, el siguiente video. Todavía tengo los pelos de punta de cuando lo visioné. Corría el año 92 cuando el capataz de maestros D. Manuel Santiago, mandaba el palio de Rocío y Esperanza, y un servidor iba en ese momento debajo, compartiendo palo en esa primera de ensueño con Antonio Guerra, con Pablo de la Corte, con Soria el Gitano, con Emilio Vázquez y con Antonio Rubio. Recuerdo ese momento, en una esquina de la calle Rábida, justo a la altura del bar Agmanir en una revira interminable, en la cual se paró el tiempo, donde me di cuenta que existían varias clases de capataces, cada palabra que salía por la boca de este maestro era poesía pura, parecía que sus palabras venían desde el cielo, para dar ánimos a unos hombres que llevábamos algunos años de costal, sin lugar a dudas fue unos de los mejores momentos que pasé en una trabajadera empujando para arriba como el que más, al son de una voz del cielo, que rezaba por todos nosotros.
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