Son tantos recuerdos, tantas vivencias, tanto lo vivido en esta cuaresma, que no se la verdad por donde empezar.
Como es de bien nacido ser agradecido, estas primeras palabras se las quiero dedicar como no, a todo ese grupo de personas, de morgans hasta la medula, que quieren a su hermandad como nadie, a toda esa gente que ha aportado ese granito de arena, unos más, y otros menos, pero todos metiendo el hombro como el que más.
Sin vosotros lo ocurrido en esta cuaresma no hubiera sido posible, si alguno de ustedes no hubiera estado a mi lado, todo lo pasado no hubiera ocurrido. Espero que no se me olvide nadie, y si es así perdonarme, pero sois tantos los que os habéis volcado con la Priostía y habéis colaborado, que seguro que se me olvida alguno.
Como no en primer lugar a mi compi, a mi Juanito, a mi hermano mayor Paco, a Pepe Llanes, a Manolo Quintero, a Julio, a Julito, a Lorenzo, al Frochi, a Rafael, al Segovia, a Jesús, a Nacho, a mi Compadre, a la familia Padilla al completo, al de la Corte, al Gash, al Chema, a Mari Carmen, a Tere, a Nico, al Columna, a Manolo, al Narváez, a Josechu, al Torres y a su mujer, y a tantos otros que habéis estado ahí….
Hermanos y hermanas, este año no ha podido ser, no pudimos salir, pero os pido que nos quedémonos con esa levantá que llamaba a las puertas de cielo, de veras solo con eso, nuestro trabajo nunca fue en balde, ojala todos los años veamos esa primera levantá, esa levantá que te hace sentir lo inexplicable, esa levantá llena de fe, esa levanta que quita el sentio, que te riza el pelo cada vez que la escuchas, solo por eso, bien vale un año de trabajo, solo por eso, siempre estaría allí, hasta altas horas de la noche, para volver a ver todos los años esa cara angelical llamando al martillo de Nuestro Señor.
Pero mi agradecimiento más grande, mis palabras más sentidas para dos personas que han estado ahí, y han sufrido todo esto, y en silencio, mi ausencia durante tantas horas, dejando a un lado lo más preciado que tengo en la vida, mi familia, mi mujer y mi hija, Gracias por aguantar esta Cuaresma lo inaguantable, Gracias por haber estado ahí esperándome cada noche, Gracias Cariño. Os quiero.